Nelson Rosales (33) murió tras recibir un tiro en el abdomen cuando unos oficiales de la Policía de Baruta perseguían a unos delincuentes en el sector El Rosario, de Las Minas de Baruta y dispararon hacia el callejón El Platanal.
El viernes a las 11:00 de la noche, en el patio de la casa de Rosales que está al final del callejón sin salida, se encontraba reunido un grupo familiar. Al parecer, surgió un problema en una fiesta en la parte alta y los funcionarios venían persiguiendo a unos delincuentes.
-Llegaron echando tiros como locos sin saber, dijo su cuñado Moisés Aponte, a quien le rozó una bala en el estómago y mostró la pequeña lesión.
Rosales fue trasladado por sus familiares, los funcionarios en moto siguieron el vehículo hasta el hospital de El Llanito y los parientes impidieron que entraran al centro asistencial.
El hombre era comerciante particular, mayor de cuatro hermanos, único varón, dejó una hija de 13 años y a la esposa con siete meses de embarazo. Ella tuvo que ser ingresada también al hospital y le indicaron reposo absoluto porque corre riesgo de perder la criatura.
Rosales fue operado en El Llanito, le dejaron la herida abierta y lo ubicaron en un área común de la emergencia, porque no había cupo en terapia intensiva.
A los familiares les dijeron que rogaran a Dios que se desocupara una cama en terapia para poder meterlo. El lunes a las 4:30 de la tarde, murió.
El caso es investigado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la Fiscalía.
(FUENTE: EL CARABOBEÑO)