Según versiones extraoficiales, los jovencitos provistos de armas de fuego sometieron a un ciudadano cuando llegaba a su casa, en la calle 9 de la urbanización Boyacá III
Los parientes acudieron a la morgue a reclamar los restos
Tres muchachos de 15 y 16 años murieron la noche de este miércoles, al batirse a tiros con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), de Barcelona.
Según versiones extraoficiales, los jovencitos provistos de armas de fuego sometieron a un ciudadano cuando llegaba a su casa, en la calle 9 de la urbanización capitalina Boyacá III.
Una vez dentro de la vivienda, amarraron y amordazaron a tres adultos y una niña de 10 años para posteriormente robar la residencia.
Vecinos que se percataron de lo que ocurría alertaron al Cicpc. Al llegar a la casa los funcionarios vieron que a la niña le tenían puesta una escopeta en la boca. Uno de ellos trató de huir por el fondo de la casa.
Le dieron la voz de alto, pero el chico disparó contra la comisión y resultó abatido. Los otros dos trataron de hacer lo mismo abriendo fuego contra los policías, pero también murieron.
En el recinto forense le observaron tiros en el tórax y abdomen.
Prueba
En la vivienda los agentes recuperaron una pistola Glock 9 mm con selector, una pistola 765 mm y una escopeta.
Ayer, los miembros de la familia afectada reconocieron a los tres muchachos como los individuos que los sometieron dentro de la casa. La prueba fue realizada por la fiscal 17 Betzaida Sánchez.
También la titular de la Fiscalía 19, Evelyn Muñoz y expertos del Laboratorio Científico realizaron la prueba de Análisis Trazas y Disparos a los cuerpos de los jóvenes, con el fin de determinar rastros de pólvora.
El progenitor de uno de los chicos dijo que fue a buscar a su hijo que estaba visitando a un amigo en esa casa y cuando llegó vio que se lo llevaban muerto y a los otros dos vivos.
Dijo que al llegar a la morgue se sorprendieron al enterarse de que estaban muertos. Añadió que eran estudiantes del liceo Jesús María Bianco, en Boyacá III, y que su muchacho deja un hijo de 2 años.
(FUENTE: EL TIEMPO)
