El grupo delictivo que la noche del sábado irrumpió a tiros en una vivienda del sector Trapichito I no mostró intenciones de querer cargar con nada: tuvieron un macabro proceder.
Los proyectiles que escupían sus armamentos no solo atravesaron los cuerpos de Contradis Sucua sino que además alcanzaron a dos de sus hijos: Liliana y Ramón Mena, de 12 y 6 años respectivamente. A la dama -de 48 años- se le apreciaban cuatro heridas y a los niños le destrozaron el rostro: las versiones preliminares apuntan a que a ambos les dispararon con una escopeta.
Una vez que el quinteto concluyó su misión incendió la residencia de el Guayanés; se cree que iban por él y, como su madre no dio pistas sobre su paradero, ajustaron cuentas sin clemencia. Ni siquiera los hermanos del muchacho serían un obstáculo para que los verdugos cobraran venganza.
SAÑA
Para el instante en que los funcionarios del Centro de Coordinación Policial (CCP) La Victoria llegaron el sitio debieron custodiar los tres cadáveres que yacían boca arriba. El cuerpo de la mujer presentaba severas quemaduras y fue localizado dentro de la casa. Liliana y Ramón quedaron en la entrada principal de la morada: uno al lado de otro. Las huellas y rastros de sangre que se evidenciaban en el piso hicieron presumir a las autoridades que los jovencitos corrieron, pero sus homicidas fueron más rápidos. Es probable que conocieran a los delincuentes y éstos los asesinaron para evitar ser delatados, al menos es lo que conjeturan quienes conducen las pesquisas. Testimonios en el lugar dan cuenta de que la fallecida habría sido una “jíbara” y fue ajusticiada por una pandilla que opera en el sector La Victoria.
ABATEN A IMPLICADO
Las indagaciones por parte del Eje de Investigaciones de Homicidios de la policía científica iniciaron desde que procedieron con el levantamiento de los restos. Los detectives les seguían los pasos a los responsables de la arremetida sangrienta y al mediodía de este domingo ubicaron a dos de ellos en su “pateadero”. La presencia de las comisiones en las calles de La Victoria no pasó desapercibida, así que en cuanto el par vio a los sabuesos detonó sus artefactos. El fuego cruzado entre las partes fue inevitable y el Carlitos se desplomó cuando los investigadores repelían su ataque. Aunque lo trasladaron hasta un centro asistencial no sobrevivió: la pericia de los “petejotas” no falló. El caído no portaba documentación personal y su identidad es desconocida.
Extraoficialmente trascendió que durante las actuaciones los agentes detuvieron a quien encabezó el triple homicidio, lo apodan el Tito. Ahora los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) trabajan en la identificación de los otros tres sujetos que participaron en la acometida para proceder con el arresto.
ARRESTO DOMICILIARIO
Según el relato policial, la fémina estaba bajo arresto domiciliario por estar implicada junto a el Guyanés en el rapto del concejal por el partido Podemos Antonino Salvador Puleo Puleo. El edil del municipio Padre Pedro Chien fue sometido en mayo de 2015 cuando salía de su casa en el sector Villa Bahía, en Puerto Ordaz. Dos individuos lo subieron a la parte trasera de su Hyundai Getz color plomo y lo llevaron hasta el sector La Victoria, donde aguardaban varios antisociales para negociar con su auto. Posteriormente, un tercer facineroso abordó el carro y arribaron hasta Trapichito, donde concretarían la venta. Horas más tarde Puleo fue rescatado por los uniformados de la Policía del Estado Bolívar y seis personas fueron apresadas, entre ellas un adolescente de 17 años.
(FUENTE: EL DIARIO DE GUAYANA)