Los detectives se desplazaban por el perímetro en labores de investigación cuando fueron atacados a plomo. En el fuego cruzado, cayeron los vándalos
La plomamentazón que se escuchó por la calle principal del sector Altamira II fue bestial. Los lugareños tuvieron que correr despavoridos porque sabían que el saldo sería sangriento.
No era cualquier batalla la que se estaba librando en plena vía pública, se trataba de cuatro peligrosos y reconocidos hampones del barrio que se batieron a tiros con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Ciudad Guayana.
El reloj daba casi las 7:00 de la noche del viernes y en el sector todo marchaba con normalidad. Uno que otro motorizado rondando la zona pero sin mayor novedad.
Sin embargo, fue la presencia de varias camionetas de la policía científica que ingresaron a la comunidad, las que produjeron tensión y preocupación de que algo terrible sucedería.
Los comisionados pesquisaban la zona tras las múltiples denuncias que han recibido, donde víctimas señalan con nombre y apellido a azotes del sector que viven delinquiendo deliberadamente.
PRECISADOS
No tenían muchos minutos transitando por las calles de Altamira II, ubicado en San Félix, en las adyacencias de la vía a Río Claro, cuando se percataron de cuatros sujetos con pinta de criminales que posaban desafiantes en una esquina del barrio.
De inmediato los funcionarios aceleraron los motores y se aproximaron hasta donde estaban los tipos para evitar que se fugaran y poderlos requisar.
El olfato de policía no les falló, los individuos no eran unos “santos”.
Apenas notaron que las camionetas del Cicpc los estaba cercando, desenfundaron sus armas de fuego y “le cantaron plomo” a los sabuesos de investigación.
Inevitablemente los agentes repelieron al ataque hamponil y debieron responderle bala por bala al cuarteto de antisociales.
En el sitio no quedó nadie en cuanto comenzaron a sonar los tiros, los vecinos y transeúntes corrieron a esconderse para protegerse de cualquier bala perdida.
Los criminales emprendieron su plan de fuga al mismo tiempo que le disparaban con alevosía a la autoridad pero no duraron de pie mucho tiempo.
EL DECESO
El fuego cruzado fue corto pero intenso. Al cabo de unos minutos los retadores cayeron a orillas de una zona boscosa por la que pretendían escapar.
A bordo de una patrulla del Eje de Homicidios, fueron trasladados los moribundos hasta el hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo para ser auxiliados pero su destino ya estaba escrito.
Para el momento en que eran atendidos por los galenos de turno, dejaron de respirar.
Presuntamente, los tipos que encontraron la muerte tras confrontar al Cicpc eran unos peligrosos matones que integraban la banda de la “Negra Raiza”.
Los fulanos fueron señalados por la misma comunidad como asesinos, ladrones y extorsionadores. Fueron identificados con los remoquetes de “el Wilson”, “Wilber”, “el Brayan” y “Carlitos”.
Hasta ahora no han sido identificados, los funcionarios esperan por los dolientes para dar con sus nombres de pila y determinar el prontuario delictivo de los caídos.
EVIDENCIAS
Cuarto armas de fuego fueron incautadas en el lugar del suceso. Con dos escopetas calibre 12, un revólver Smith Wesson 38 y una escopeta 20 milímetros; los hoy occisos enfrentaron al Cicpc.
(FUENTE: EL DIARIO DE GUAYANA)