Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el Ministerio Público investigan los secuestros del periodista Johan Merchán Salazar, director de prensa del partido Voluntad Popular, y de la socióloga Maryclen Stelling, directora ejecutiva del Celarg (Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos), ocurridos en las últimas horas en Caracas.
Merchán fue plagiado la noche del miércoles en Sebucán, cuando regresaba de una reunión. Delincuentes a bordo de una camioneta verde lo interceptaron, obligándolo a bajarse de su carro Renault, modelo Clío, para llevárselo con rumbo desconocido.
Durante las negociaciones, acordaron pago de un rescate, que se concretó la noche del jueves en la avenida principal de El Cementerio. Un motorizado recogió el bolso con el dinero y dijo que esperaran por la liberación del comunicador social.
En la madrugada de este viernes lo dejaron en Catia, en la salida de la autopista Caracas-La Guaira. Merchán caminó hasta el comando de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ubicado en la avenida Sucre, se identificó y llamó a su familia.
Las autoridades consideran que miembros del hampa común ejecutaron ambos secuestros. Los captores de Merchán ignoraban que fuera periodista y se enteraron después.
Al comunicador lo mantuvieron cautivo en la parte alta de El Cementerio.
El Ministerio Público designó al Fiscal 40, José Ernesto Graterol, para coordinar las investigaciones conjuntamente con el Cicpc.
Durante las primeras horas del plagio por petición de sus allegados se mantuvo en reserva la información, para preservar la integridad física de la victima.
Directora del Celarg
A la socióloga Stelling la secuestraron a las 4:30 de la tarde del jueves, cuando intentaba incorporarse a la Cota Mil (avenida Boyacá), desde la avenida Luis Roche, de Altamira, para dirigirse a su residencia en San Bernardino. Llevaba a un niño de 6 años, hijo de una amiga.
Su vehículo Mitsubishi Lancer fue trancado por un carro pequeño, del cual descendieron tres delincuentes, dos la obligaron a montarse en el otro carro, uno se llevó el de ella, le colocaron una capucha y le indicaron que le tapara los ojos al niño con sus manos.
Por cinco horas la mantuvieron retenida con el pequeño en la habitación de una vivienda rústica, mientras eran cuidados por un hombre gordo y una mujer. Un tercer individuo, adulto mayor, también llegó a la habitación y parecía liderar el grupo.
Aunque no se informó si pagaron el rescate, se presume que lo hubo y en breve tiempo, a las 9:30 de la noche, fueron liberadas las víctimas en la urbanización Santa Eduvigis, al lado del carro Mitsubishi de Stelling.
(FUENTE: EL CARABOBEÑO)