La muerte de Ulises Guillermo González Martínez y José Iluminado Oliva, es indagada por los pesquisas de la policía científica, quienes desde la mañana del viernes se trasladaron hasta el Hato La Bandola, poco antes de llegar al Manteco, municipio Piar.
Luego del homicidio del hijo del conocido ganadero Pedro Oliva y el contratista González Martínez, los expertos comenzaron a atar los cabos sueltos y a analizar cada una de las evidencias dejadas por los criminales.
De manera extraoficial se conoció que aparentemente fueron tres empleados los que planificaron el asesinato. Hasta los momentos las autoridades no han logrado ubicar el “enconche” de los forajidos.
El trío presuntamente tenía pocos días trabajando en la finca, realizaban trabajos de pintura y de soldadura en uno de los sectores que comprende la inmensa propiedad.
Sobre lo ocurrido, existen varias versiones que giran en torno a este doble crimen. Cada hipótesis es analizada por los sabuesos del Cicpc, quienes a través del análisis telefónico realizado al celular de las víctimas y la evaluación de todos los elementos de interés criminalísticos esperan llegar a esclarecer el episodio sangriento.
Sorprendidos
Eran aproximadamente las 10:00 am del viernes cuando Oliva le pidió a González Martínez que lo acompañara a inspeccionar un trabajo. Abordaron la camioneta Toyota Hilux, color blanco y se dirigieron al lugar.
Según la versión de algunos familiares del contratista, cuando llegaron el ganadero le reclamó a uno de los trabajadores por un trabajo que aparentemente no estaba bien terminado.
En ese instante otro de los empleados tomó un tubo y le propinó un fuerte golpe en la cabeza a Oliva. Lo seguido fue despojarlo del arma de fuego que siempre cargaba escondida en la cintura.
Para el momento otro de los pistoleros sometía a González Martínez, a quien le quitaron una navaja. La acción delictiva fue rápida, mientras uno de los hampones le disparaba al contratista, otro terminó de cercenarle la vida al ganadero; supuestamente con el arma blanca le hicieron una herida cortante en el cuello.
Allí dejaron los cadáveres y el trío abordó la camioneta Hilux. Su objetivo estaba claro, llegar a “la casa grande” donde cargarían con el botín. Llegaron al sitio a someter a todos los presentes, a quienes amordazaron y maniataron.
Mientras uno vigilaba, los otros cargaban con los objetos de valor, dinero en efectivo y armas. A dos de los trabajadores se los llevaron consigo hacia un lugar donde supuestamente estaban escondidos varios armamentos.
Al parecer los tres bandoleros raptaron a los dos empleados, pues desaparecieron del sitio al mismo tiempo que los facinerosos. Horas más tarde el vehículo y uno de los obreros fueron abandonados en la vía que conduce a La Tigra, a un lado de La Arenosa.
El otro hombre conocido como “Shakira”, no había sido localizado por las autoridades; quienes piensan que puede ser pieza clave para determinar la identidad de los maleantes.
Desde la sede del órgano detectivesco escudriñan e interrogan a todo el personal vinculado con la familia, presumen que pudo existir una complicidad interna para perpetrar el doble homicidio.
No suprimen ningún dato o hecho que pueda haber desatado la arremetida mortal, por parte de los verdugos.
Las cifras
2 víctimas fatales
3 delincuentes perpetraron el crimen
(FUENTE: NUEVA PRENSA DE GUAYANA)