Los mejores investigadores del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), fueron seleccionados para esclarecer el homicidio de Estela Marina Larreal Parra (74), ocurrido la mañana del 31 de diciembre en su residencia, alojada en el conjunto residencial campestre Okinawa, en el municipio San Francisco.
Trascendió que ese grupo élite conformado por siete funcionarios pertenecientes a la División de Homicidios asumieron las pesquisas desde hoy
La mañana de este miércoles acudieron nuevamente a la escena del crimen para realizar algunas pruebas científicas, y al unísono de eso, dos de los hijos de la mujer, Marcial González, quien residía con ella, y Oscar González, acudieron a la sede de la Policía Científica a rendir declaraciones.
Se espera que en estos interrogatorios puedan hallar la clave para resolver el misterioso caso, pues en la primera entrevista que Marcial les ofreciera a los funcionarios del CICPC, esa misma mañana luego que hallara el cadáver de su madre a 20 metros de su casa, aseguró que se encontraba durmiendo en su casa y no sintió nada. Una vecina de esa apacible zona residencial alojada en la vía que conduce del sector Los Dulces al kilómetro 18 de la vía a Perijá, aseguró haber visto a Estela Marina Larreal, a las ocho de la mañana.
Tal como se reseñara este martes, Marcial González, quien labora como obrero en una granja en esa zona perteneciente al municipio San Francisco, dijo que se levantó como a las 9:30 de la mañana y extraño la ausencia de su madre, una mujer calificada de luchadora y solidaria que trabajó por 30 años en Pdvsa como secretaria. Tras unos 40 minutos de búsqueda la encontró a unos 20 metros de su casa en un área enmontada perteneciente a otra pequeña granja.
Tras el hallazgo, inmediatamente las sospechas del crimen se dirigieron a un grupo de delincuentes que hace tres meses fueron capturados por ese sector. Para la policía científica ese móvil de una presunta venganza es remota.
Ayer, funcionarios de Polisur liquidaron a un azote de Los Cortijos apodado “Chicho Sangriento” y asomaron la posibilidad de que ese delincuente estuviese implicado en la muerte de esa dama junto a dos hampones más, pues fue uno de los sujetos que denunció Estela hace unos meses.
Pese a ello no le participaron a los del CICPC y lo abatieron cuando fueron en su búsqueda en el kilómetro 16 de la vía a Perijá. Los sabuesos del CICPC mantienen sus reservas sobre ese señalamiento y creen que detrás del homicidio de Estela se encuentre algo más escabroso.
(FUENTE: NOTICIA AL DIA)